Los gatos acostumbran a dormir un mínimo de 12 horas al día, dependiendo de la raza de gato de la que se trate, aunque algunos pueden llegar a dormir un máximo de 18 horas al día. El resto del día se lo pueden pasar quitándose la pereza, comiendo y jugando.
Nuestro felino protagonista no es una excepción… de hecho ni la cámara de fotos consigue sacarlo de su eterno sopor…
* La cuarta foto, con el gato tapado con una sabana y con la cabeza apoyada en una almohada es absolutamente insuperable :)