A veces es tal el cansancio que cualquier sitio nos puede parecer suficientemente cómodo para sentarnos.
El precio del descanso
Cuando uno está apunto de sucumbir al cansancio no tiene demasiado margen de renuncia. Eso si, el precio a pagar por el descanso lleva un plus de seguridad anti-deslizamiento incorporado.
Una foto ante el espejo «con sorpresa»
Andaaaa…. – Le dijo él – Mándame una foto de esa sonrisa tan bonita. ¿Que ahora mismo no puedes? Andaaaa… ¡Porfi!
Y ella, aunque estaba en un momento en que la soledad y la introspección suele ser habitual, le acabó mandando una foto de “su bonita sonrisa”.
Con lo que no contaba era con el “bonito” efecto que iban a crear ese inocente juego de espejos del baño… xD
– ¡Ah! ¿Y decías que estabas pensando en mi…? :O